Aquella niña estaba envuelta en lágrimas, el cabello
largo le cubría los ojos. Yacía en una celda oscura atrapada entre cadenas, tan
triste y solitaria, abrazaba sus piernas mientras ocultaba el rostro en sus
rodillas.
Si tan solo alguien la escuchara sollozar…
La celda se abrió y los ojos de aquella pequeña
vislumbraron contra la luz del exterior la figura de un chico.
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-¿Quién eres tú?
- -
Tu conciencia….
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